Cada vez son más frecuentes los conflictos familiares en los que es necesario recurrir a un despacho de abogados para beneficiarse de protección jurídica y asesoramiento en la tramitación y resolución de causas judiciales.
- Procedimientos de separación, divorcio y nulidad matrimonial, contenciosos y de mutuo acuerdo; así como nulidades eclesiásticas.
- Procedimientos de disolución de parejas de hecho.
- Incidentes de modificación de medidas definitivas.
- Ejecuciones de sentencias.
- Incapacidades civiles y prórrogas de la potestad parental.
- Tramitación de herencias.
- Procesos judiciales sucesorios.